Sin duda 2 cuestiones que afectan en la toma de decisiones en cualquier ámbito, también en el nuestro, y otra cuestión que conlleva incertidumbre.
¿Qué los diferencia?

Entonces sacamos unas conclusiones y en base a las posibles
consecuencias, decidimos actuar o no, y en caso de actuar, la forma en la que
lo haríamos.
Pero estamos determinados por el valor que le damos a cada
variable y por el peso que tiene cada matiz de dicha situación desde nuestro
punto de vista subjetivo.
Con esto, podríamos llegar a la conclusión de que el razonamiento
te puede llevar a 2 casos:
1. El primero es tomar decisiones acertadas dependiendo del
marco que nosotros mismos hayamos establecido como “positivo” y que dependerá
de nuestra perspectiva histórica que ha sido formada por muchos factores,
experiencias, influencias de otras personas, o distintas fuentes de
información.
Un marco cognitivo propio y singular, aunque formado por
muchas piezas.
2. El segundo es que una exposición prolongada al razonamiento puede llevar a dudas y a perder
oportunidades de enriquecerte, de conocer gente, de probar nuevas experiencias,
y de aprovechar ocasiones quizás únicas.

La impulsividad en determinados casos puede ser beneficiosa, lo
digo porque es posible que esa anticipación algunas veces sea la llave para
abrir la puerta de una oportunidad que se te presente por delante pero que a la
vez, es móvil, y que si no actuas rápidamente, lo más probable es
que se te escape.
No defiendo más peso de una sobre la otra aunque, de hecho yo utilizo más veces el
razonamiento que la impulsividad. Quizás es algo relacionado con la
indecisión. La indecisión es diferente, es una característica que hace mucho daño. Es no saber lo que quieres o lo que debes hacer.
Cuidado. El razonamiento puede confundirse con la indecisión. Y no es lo mismo. Razonar implica saber lo que quieres, pero pensar en cómo conseguirlo. Estar indeciso significa no saber lo que quieres. Por ello implica dos cuestiones, establecer primero la prioridad, y en el caso de tenerla, averiguar cómo llegar a ella.
Es necesario decir que el razonamiento es parte de
la capacidad del ser humano para adaptar su comportamiento a las situaciones
con las que se encuentra y que a lo largo de la historia de la evolución, ha
sido la característica más importante para diferenciarlo del resto de los
animales y que ha llevado al hombre hasta lo que es ahora, así que ¿por qué no
utilizar más el razonamiento?
Con la impulsividad debes tener cuidado ya que podrás utilizarla
a no ser que cometas algún daño a un tercero o un daño grave incluso a ti
mismo. Cosas que pueden ocurrir teóricamente de forma más fácil utilizando la
impulsividad aunque no tiene porqué. En caso contrario, ¿porqué no ser más
impulsivos?
La decisión correcta: ¿Me paro a pensarla o te la digo de un tirón? Dependerá de tu personalidad. Del tipo
de situación con la que te encuentres. De tu capacidad para responder a ella. Dependerá
de tu forma de pensar. De tu forma de actuar. Dependerá de tu manera de ver las
cosas. Dependerá de tu forma de cambiar de actitud si utilizabas mucho una y te
iba mal, para dejar paso más veces a la otra opción.
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