Cuando viene sin venir

Imagino que por desgracia, te habrá pasado alguna vez que una persona que para tí en algún momento de tu vida fue importante, ahora mismo ni lo es, ni está en tu vida.


Creo que lamentablemente eso es bastante común y que nos ha pasado a la mayoría. Hoy me apetece escribir sobre ello porque desde que ha surgido la conversación con una compi del trabajo, tengo un nudo en la garganta, o simplemente es que casualmente (ella sabe porqué y lo comparte), estábamos sensibles.

Es normal que parejas, amigos, compañeros de trabajo, de equipo en la práctica de algún deporte, o no sé, en otros ámbitos se distancien el uno del otro o de la otra, pero de lo que me gustaría escribir y desahogarme también es de cuando desaparecen por completo.

Una cosa es no saber de una persona en un tiempo, y otra muy diferente es que directamente, deje de existir. Y lo peor aún, el sentimiento de que no existas para alguien cuando tú sí la recuerdas.

A veces, nos hacemos daño, voluntariamente o no, está claro, y el tiempo puede que cure las heridas o que no eh, que también. Luego las personas, algunas son rencorosas, egoístas o quieren dejar “el lastre” de otra que le ha sido como veneno en su vida, que también. Pero lo que me parece increíblemente sorprendente y extraordinario es la capacidad de algunas personas de hacer que otras desaparezcan por completo de su vida. Otro post merecen (y una guantá también) las que lo hacen sin ni siquiera haberse enfadado alguna vez, simplemente, por dejadez. Telita. Aquí al menos tienen un “motivo”, de base al principio.

Cuando pasa, sinceramente, duele y alguna vez como hoy, lo he intentado sacar y hablar con amigos pero es verdad que cuesta y más cuando a cada uno le ha pasado con personas diferentes y por supuesto por causas y con consecuencias variables, es imposible homogeneizar el tema.

Pero en definitiva y al grano, que todo esto pase genera la siguiente sensación: La muerte.