Mírate al espejo

¡Te habla la voz de la experiencia!

Pero no la de nadie, porque por mucho recorrido que tengamos por aquí, nadie puede demostrar que tenga las respuestas que nos hacen falta. Te habla la tuya, la que se encuentra en tu interior, la que juega a que se contradigan los sentimientos dentro de ti, la que hace que nuestro punto de vista a pesar de nuestros principios pueda llegar a que nos separe una delgada línea del jaque mate en la vida, que siempre, siempre continúa.