ODA A BARBATE


“No la necesitas, pero es que a mí me sale.

Porque eres el paraíso, ¡ay, mi Barbate!

Una vez más, pisando tu suelo,

otra mirada hacia ti, y respiro profundo de nuevo.

Me tocó crecer aquí, de forma fortuita,

¡Pero, ay! Por fin creo en el amor de por vida.”