Esa simple pregunta ha hecho hoy vibrar a muchos, incluido al que te escribe, en mi clase de Máster, incluida la profesora. El debate era si la identidad de las personas debe o no debe estar ligada a su profesión.
Me explico. Cuando conocemos a alguien siempre le preguntamos ¿Qué eres? Esperando una respuesta relacionada con una profesión en concreto: Médico, Abogado, Profesor...
Nunca te has planteado, ¿Por qué? o ¿es correcto?
Nunca te has planteado, ¿Por qué? o ¿es correcto?
Hoy en día y con la situación actual de incertidumbre en el mercado laboral, muy pocos pueden decir que se dedican en exclusiva a un trabajo o que tienen un contrato indefinido, incluso existen personas que han tenido muchos contratos indefinidos pero han ido siendo despedidos de cada trabajo donde iban estando.
Por ello aunque tengamos un trabajo fijo al que le dediquemos muchas horas, es difícil identificarnos con un trabajo concreto. Pero aunque lo tuviéramos, la cuestión es, ¿y la personalidad?
Volviendo a la pregunta de: ¿Qué eres? Nunca contestamos, "soy un aficionado a escribir", o "soy un aficionado a jugar al fútbol", ni "soy un estudiante de inglés", o soy un (cualquier tarea que te guste o hobby a lo que por ejemplo te dediques por las tardes y se identifique más con tu personalidad).
Hemos ido adaptando nuestra cultura al trabajo de tal forma que hasta definimos nuestra propia identidad con nuestro trabajo, y si no lo tenemos, parece como que lo necesitamos para ser alguien. Y no debería ser así. Nuestra identidad la marcan nuestras acciones, nuestra forma de pensar, y también las cosas a las que les dedicamos mucho tiempo, incluidas el trabajo, pero no sólo es el trabajo la forma con la que debemos de sentir que tenemos identidad porque puede ser un gran motivo de frustración.
Tu identidad es tu persona, las cosas que haces, cómo te comportas con los demás, tus gustos y aficiones, tu forma de pensar, tus acciones y sí...pero junto a las demás....tu trabajo.
Hola Juanjo
ResponderEliminarEfectivamente, el empleo que desempeñamos ha sido hasta hace poco una seña clave para definirnos ante los demás individuos de la sociedad. A partir de la crisis económica de los años 70 se generaliza el desempleo masivo y la flexibilidad, por lo que cada vez cuesta más encontrar una profesión estable.
Se ha descubierto que cada vez más otros fenómenos nos sirven para definirnos ante los demás. Un ejemplo serían los hábitos de consumo. Los jóvenes españoles de menos de 25 años ahora se sienten más identificados con otros jóvenes que con personas con su mismo trabajo.
En cualquier caso, el concepto «profesión» o «empleo» se generalizan a partir de la revolución industrial por lo que la humanidad tampoco lleva tantos años manejando este tipo de fenómeno cohesionador (tan sólo unos 200 años más o menos).
Un saludo cordial
Antonio
Hola Antonio, muchas gracias por tu comentario. Como bien expones, es un fenómeno bastante nuevo pero ya arraigado en nuestra cultura. Y lo que trato de exponer es que la causa es la situación que vivimos que hace imposible esa identificación, (aunque en épocas de bonanza hubiera gente que tampoco se identificara con su trabajo, pero excepciones) y que no podemos frustrarnos a la hora de buscar esa, nuestra propia identidad porque está formada de otros muchos factores y quizás es hora ya de descubrirla o de estar preparados para descubrirla. Un saludo y gracias por hacer de ésto algo más interactivo.
ResponderEliminar