La verdadera Semana Santa

No comparto la pasión de éstos días, ni una gran devoción por la Semana Santa, pero quiero que no llueva más y que puedan salir los pasos, porque tengo un gran respeto por todas las personas que se esfuerzan tanto en sacar las procesiones a la calle.


Para ellos es devoción, es algo que les motiva, que les mueve, que permite que interaccionen unos con otros y que se produzcan colaboraciones. 


Definitivamente es algo espectacular, cultural y por lo que mucha gente cree firmemente, además ayuda a muchos otros.


Esas personas se merecen ser respetadas, más allá de lo que uno crea o deje de creer.


Al fin y al cabo lo que es "la Iglesia" como institución, les ayuda poco:


Ellos mismos tienen que dedicarle mucho tiempo y dinero durante todo el año. Tiempo que arriesgan con perjuicio de la familia y amigos muchas veces, con el fin de que todo salga bien el día que su cofradía o hermandad tenga que entrar en escena saliendo a las calles. Y Dinero que invierten de su propio bolsillo en algo que creen firmemente y por lo que perciben poca ayuda más que la de la unión de ellos mismos.


El mantenimiento de los pasos, las flores, la recaudación, los trajes de penitentes, la banda de música y un sin fin de cosas que desconozco conllevan detrás el trabajo de muchas personas que al fin y al cabo están gestionando un proyecto, un proyecto que atrae a muchas personas de fuera y que también contribuye a la riqueza del lugar, atrayendo a devotos de la fiesta, a turistas, y a muchas más personas.


Yo no conozco prácticamente nada de la Semana Santa, pero quiero ver a los pasos en la calle, quiero que no llueva, porque sinceramente, y aunque estén reafirmando a la institución de la iglesia, que es a la que habría que quitar privilegios, (ver vídeo) concienciar en determinados temas, y hacerle responsable de muchas cosas terribles, creo que para muchos, la Semana Santa ayuda de forma directa e indirecta (a muchos a tener fé en algo, pero también a comerciantes, a hosteleros, a carpinteros, a floristas, a los que trabajan las telas....) y les beneficia más que algún otro posible daño que les pudiera hacer.


Una cosa más, se puede aprender mucho de los valores que transmite la Semana Santa, el ser bueno, ayudar al prójimo, el colaborar con asuntos que afecten a otros, y toda una serie de premisas que por supuesto sí son beneficiosas para todos. Cosas que muchos amantes de la Semana Santa olvidan justo cuando ésta se acaba.


Por favor, que esas buenas intenciones, ayudar al prójimo y hacer el bien, no vuelen en La Madrugá hasta el cielo para volver el año que viene, y que se queden en el interior de todos los que aman o no la Semana Santa, durante todo el año. Eso es lo más importante.



Ey! He terminado de escribir una entrada cada día durante todo un año, te invito a que te pases por el mercado de la incertidumbre siempre que te apetezca, para leer y debatir si quieres cualquier cosa, sugerir cambios, mejoras, colaborar o dejar algún comentario.

Si prefieres, estoy en twitter como @juanjocesc


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