¿Comparar? No gracias

Es muy común medir el resultado de nuestras acciones comparándolas con las de otros. ¿Por qué tenemos esa casi obsesión? ¿Quizás es positiva? Sinceramente, sólo soy capaz de observar matices negativos cuando hacemos ese tipo de comparaciones.


1. ¿Qué necesidad tienes de compararte con cualquier otro si tú por tu cuenta puedes conseguir todo lo que te propongas?


2. Cuando comparas.... ¿qué sientes? Seguramente superioridad cuando tus resultados son más altos, y estrés ligado a envidia si en cambio los resultados son desfavorables.


3. Confrontación con los demás, y contigo mismo.


4. Probablemente estés perdiendo el tiempo en mejorar eso que pretendes comparar con otro para ver si es mejor.


5. Comparando no estas construyendo nada. ¿Quieres vivir 1 vida igual que la de otro con el que te comparas o quieres construirla por ti mismo?


- Si estas buscando trabajo, no mires al que encuentra antes que tú.


- Si estás estudiando, no midas el tiempo que tardó en otro en estudiar lo mismo que tu para aprobar, simplemente estudia.


- Si estás trabajando, no compares el trabajo con el compañero, únete a él y ayúdale si va más lento o pídele ayuda o consejo si lo necesitas, haz equipo, comparando estás separando algo que podría ser mu beneficioso.


Cuando alguna vez te plantees comparar, que sea para valorar opciones que se presentan, para aprender, o para darte cuenta de los errores o mejoras que podrías aplicar en tus decisiones y actividades diarias. 


Si no, podría convertirse en una obsesión que conlleva frustración y es el camino más rápido para llegar estrepitosamente al fracaso.


Odio dar consejos porque el primero que los necesita habitualmente soy yo, pero hoy me voy a arriesgar a dar uno: 


¡No te compares con nadie!


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