Llevas toda la semana currando en estar más cerca de tus sueños. Llega el fin de semana y como es normal, lo que te apetece es desconectar y despejarte, pero sin embargo el sábado por la mañana sientes que queda aún mucho para el lunes, y que si paras desde ya, perderás un tiempo muy valioso.
Cómo aprovechar el sábado es más fácil de lo que pensamos, y aunque yo aún no lo haga, me dispongo a escribir esto como autoexigencia para comenzar a hacerlo desde este momento.
Este post puede parecer el más obvio del mundo, de hecho lo es, pero al menos a mí, me hace falta recordarlo.
Es tan fácil como proponerse y concienciarse de que el sábado comienza a media mañana o por la tarde. Si los planes de un viernes por la noche los puedes dejar para el sábado, mejor (aunque haya excepciones). Así el viernes podrías descansar para levantarte el sábado pronto y por lo menos aprovechar la mañana para dar un paso adicional en la consecución de tu sueño. Puede ser una mañana muy productiva la del sábado si nos lo proponemos.
Además, luego tendremos la tarde entera del sábado y el domingo completo para nosotros y nuestro ocio. ¿No está mal no?
Esto no significa que durante la semana no podamos ni debamos dedicar algo de tiempo a nosotros mismos, hacer deporte y dedicar alguna hora a algo que nos provoque un impulso de motivación y nos despeje para coger con más fuerza el ritmo de nuestra monotonía en el estudio, trabajo o proyecto que tengamos entre manos.
Así que nada, a partir de ahora, si es posible, intentemos dedicar esa mañana del sábado a seguir cumpliendo sueños, podemos adelantar mucho y sentir el "dia y medio" libre restante hasta el lunes mucho más ocioso. Por supuesto no sentir el típico "remordimiento" y hacer del sábado un día de transición pero a la vez productivo.
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