Me voy al Kinto Pino

Si miras hacia tu alrededor, podrás comprobar que la juventud más preparada de la historia de nuestro pueblo (probablemente también del tuyo si no eres de Barbate) vive en un contexto de tal incertidumbre laboral, social y económica, que no puede (o no les dejan) integrarse en la cadena de funcionamiento del capitalismo agresivo y globalizado pero en el que sí hay cabida para politicuchos de tres al cuarto, por desgracia.

¿Dónde llevará el destino en estas condiciones a esa multitud de jóvenes? 

Como dirían en nuestra tierra, al carajo.

Pero a pesar de esas condiciones, toda esa masa de personas comprendidas en edades tempranas (cada vez menos tempranas), poseen no sólo cualidades, sino inquietudes que desarrollar y son capaces de autogestionar sus propios intereses.

Es el caso del C.S.O.A El Kinto Pino de Barbate, un lugar donde se reune la juventud (y no tan juventud) de nuestro pueblo, que está creando una burbuja de escape social y cultural para toda la masa humana que conforma el espectro de personas a las que nos referíamos al principio.

Un lugar, en el que la gente puede simplemente acercarse a proponer ideas, desarrollar inquietudes, hacer aflorar sus sentimientos y adentrarse en la cultura propiamente dicha sin los malabares de la burocracia, la incompetencia de los enchufados de la Administración Pública y sin la coacción de tener que ceñirte a un ámbito político, religioso o social concreto. Allí cabe todo el mundo.

Y este verano 2016 se ha demostrado, sus promotores a los que no sólo les doy la enhorabuena desde aquí sino las gracias por la iniciativa son gente normal, como tu que lees esto y como yo que lo escribo, con sueños y con objetivos por cumplir, pero con un hilo conductor y transversal común: Las ganas de participar en la vida social del municipio y de que lo hagan todos. 

Además hay que hablar del contexto, EL LUGAR donde se está desarrollando esta historia, porque es una historia bonita y admirable que además tiene otras intrahistorias personales que podrás comprobar si te acercas a conocerlo. Ese lugar es el mítico Parque Infanta Elena, un lugar que se han encargado de destrozar los mismos políticos que han metido a Barbate en la miseria económica en el que antaño se proyectaban películas como cine de verano, en el que el verde de los árboles inundaba y oxigenaba el centro neurálgico de Barbate, que llegó a ser la caseta municipal del pueblo en las fiestas municipales, y que en mejores tiempos que quizás nunca vuelvan, llegó a albergar actuaciones de artistas consagrados a nivel internacional.

¿Qué podrás encontrar en el Kinto Pino? Proyecciones de Cine familiar y cultural. Un Club de lectura. Otro de Cine independiente. Conciertos. Festivales. Charlas. Coloquios. La recuperación de la flora del parque. Lo que tú propongas. Y PERSONAS, con mayúsculas.

La pasada semana se realizó el 1º festival "Cabo de hojalata" en el mismo consiguiendo hacer que se acercaran multitud de personas interesadas y con curiosidad por este gran proyecto que está comenzando a motivar mucho a propios y extraños.

No puedo despedirme sin el recuerdo para la asociación "Seguimos en pie" que comenzó por esta senda de participación, de la solidaridad, la música y la cultura realizando sin animo de lucro conciertos durante varios años en nuestro parque dándole vida mientras moría poco a poco. 

Y ahora me pregunto: ¿Ha sido siempre el objetivo de unos pocos No-Barbateños aunque nos hayan "representado", mantener a nuestro pueblo en la pobredumbre y que la gente joven con ganas, potencial y talento se tengan que marchar para ellos andar a sus anchas? Si, es así, sepan que algún día volverán los que se marcharon y que de eso nada, que aquí hay esperanza, aunque sea a cuentagotas. Váyanse ustedes señores politicos y especuladores que se han cargado el parque, el pueblo e intentan hacer lo mismo con la juventud.

Yo y ojalá tú, como ellos, no pienso irme al carajo, me voy al Kinto Pino.

Facebook: CSOA El Kinto Pino

Web: C.S.O.A El Kinto Pino