¿Quién dijo que sólo se pueden evaluar a personas que están
trabajando, ya sea en la
Administración o en la empresa privada?
¿Quién dijo que la evaluación exclusivamente depende de
otras personas?
¿Quién dijo que un estudiante no puede evaluar el
rendimiento que le produce el esfuerzo de su estudio? Hoy vamos a valorarlo a él.
Al estudiante. Mejor dicho, va a evaluarse él mismo.
Hemos pensado en que la evaluación del rendimiento puede
traspasar las paredes de 1 oficina y de las empresas, para trasladarse a los
escritorios de las habitaciones de los estudiantes o a las bibliotecas.
Podría ser un buen método para que el estudiante genere
información sobre las posibilidades que le brinda su trabajo, las expectativas
de éxito en exámenes en función de las horas
de estudio, de su constancia, y de
las técnicas de estudio, puede ir
evaluando sus resultados conforme al esfuerzo que está realizando delante de
los apuntes, y si comprueba que va mal, puede detectar qué necesita para mejorar, si necesita
más tiempo de estudio, si quizás
probar otras técnicas, comprarse algún
libro que le ayude a hacer ejercicios de
memoria, la necesidad de ir a un preparador,
de apuntarse a clases particulares
para mejorar o plantearse definitivamente si debería estudiar otra cosa.
El hecho de ser estudiante puede significar que estés
sometido a más procesos de evaluación de los que imaginas:
-Nuestros padres también nos evalúan, nuestra actitud
si estamos en casa, esperan un comportamiento determinado, que responda
al esfuerzo económico o la inversión que ellos hacen hacia nuestros estudios.
-Incluyendo también el de nuestro grupo social o amigos (el
tiempo que se tiene para ellos). No te quepa duda que también te están
evaluando, dependiendo del tiempo que pases con ellos, de tu actitud, de tus
posibilidades para quedar con ellos y tus limitaciones temporales, y económicas.
Finalmente, y la más importante es la evaluación de todo el
proceso terminado o mientras estudias que hagas tu de ti mismo, además de, como
hemos comentado, valorar tu trabajo y esfuerzo, para buscar soluciones a
problemas y mejorar en los resultados, para estar satisfechos con lo que
hacemos, y estar motivados, factores fundamentales para que un estudiante pueda
tener éxito en su carrera formativa.
Repitiéndome
como ayer, y como antes de ayer, desde nuestro punto de vista, la EVALUACIÓN del desempeño está ligada a la EVOLUCIÓN del trabajo, en este caso a la del estudio,
y si realizamos una evaluación, podemos ahorrarnos tiempo y optimizar nuestras
posibilidades de aprobados.
Escribo una entrada
cada día de la semana (o al menos eso intento), te invito a que te pases por el
mercado de la incertidumbre siempre que te apetezca, para leer y debatir si
quieres cualquier cosa, sugerir cambios, mejoras, o dejar algún comentario.
No me extraña que estemos estresados... desde que nacemos estamos siendo evaluados, y normalmente esa evaluación implica que se espera algo de nosotros. Si tuviésemos que firmar todos los boletines que generan esas evaluaciones, seguro pasaríamos media vida haciéndolo :-)
ResponderEliminarTe has comido una "u" en el título :p
Arreglada esa errata! Gracias por avisar.
ResponderEliminarLleva razón tu comentario, toda la vida siendo evaluados puede llevar a un estres innecesario, pero por otra parte pienso que son positivas a la hora de buscar mejorar los resultados, sea en el ámbito que sea. Y por supuesto, no hacerlo de cualquier manera. Desde una buena planificación.
Menos mal que no tenemos que firmarlos y podemos dedicar la vida a otras cosas jejej
Muchas gracias por pasarte, comentar y mejorar el mercado de la incertidumbre !!!