Seguro que hemos oído más de una vez las famosas palabras "evaluación
del desempeño" o "evaluación del rendimiento" pero… ¿realmente sabemos lo que es? ¿Se utiliza realmente?
Vamos a analizar las posibilidades que tiene la evaluación, hoy en la Administración Pública. (y el resto de la semana en otros ámbitos)
Como creo que me desenvuelvo mejor en la teoría de las AA.PP, voy a ceñirme a la definición que da el EBEP (Estatuto Básico del
Empleado Público) a la misma:
“Es el procedimiento
mediante el cual se mide y valora la conducta profesional y el rendimiento o el
logro de resultados”
En la Administración sobre todo se utiliza en la aplicación
de la carrera profesional, y de las retribuciones derivadas del grado de interés,
iniciativa o esfuerzo con el que un empleado público desempeña su trabajo y el
rendimiento o resultado obtenidos.
En resumen, siempre a favor de mejorar su carrera, o de
provocar que sus complementos por productividad aumenten pero… ¿y si resultara
que la evaluación del desempeño es negativa?
Sin dejar el EBEP, puedo leer que la continuidad en un puesto de trabajo
obtenido por concurso quedará vinculada a la evaluación del desempeño de
acuerdo a los sistemas de evaluación del rendimiento.
No conozco reglamentación que desarrolle este precepto, (de hecho el EBEP la sigue esperando) pero
debería ser así y pronto. Ya que sería una buena forma de evaluar realmente las
capacidades y el trabajo de un empleado público y a través de la misma poder
diferenciar si necesita mejorar, se puede adaptar su puesto o si con movilidad,
algún incentivo o alguna imposición (inclusive el despido si fuera muy desfavorable y continuada) se puede optimizar el servicio en pos de
que la Administración al servicio del ciudadano mejore.
Desde nuestro punto de vista, la EVALUACIÓN del desempeño está ligada a la EVOLUCIÓN del trabajo, tanto en la Administración como en la
empresa privada (mañana lo veremos). Una evolución hacia otra forma de hacer las cosas, a no dejar
que los problemas pasen de largo o se estanquen de forma que cuando se quiera lidiar
con ellos, sea imposible por su magnitud.
Las Administraciones deben concienciarse de las mútiples posibilidades que ofrece la evaluación del rendimiento ya que es una forma de evitar los problemas tradicionales que ha tenido ésta y que todos sabemos dónde han desembocado, incluso me atrevería a decir que la falta de este tipo de métodos ha provocado, entre otros problemas, la aparición del Mito del funcionario.
Escribo una entrada
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