
La cuestión era ¿Qué significas para los demás? ¿Quién eres?
¿Cómo te identifican los otros?
En cambio dejamos detrás un matiz más importante aún. Una
pregunta que indudablemente es prioritaria para establecer la posible relación
posterior con otros.
Ésta vez mirando para dentro. ¿Quién somos? ¿Cómo nos
consideramos nosotros mismos?
Sabemos que podemos dejar huella en los demás, pero si no
tenemos claro que nuestra personalidad, nuestra actitud y nuestro comportamiento
conforman un todo y que debemos conocerlo, no sabremos dejar esa marca en los
demás.
Debemos conocernos a nosotros mismos para que nos conozcan
los demás.
¿Cómo conocerse a sí mismo?
Sabiendo dónde estamos.
En qué punto te encuentras y qué es lo que quieres. Una vez
reconocido el punto de partida, debes establecer las pautas con las que podrías
llegar a donde quieres.
Conocerse a sí mismo es conocer tus propias limitaciones, y
por supuesto tus aptitudes, reconocer tus fallos, y tus aciertos, qué es lo que
realmente te gusta hacer y si lo que haces tiene la suficiente calidad como
aportarte cosas a ti mismo y luego a los demás.
Si quieres que una empresa te conozca, debes estar
completamente seguro de que vas a personarte allí siendo tú mismo, y la
seguridad que sientes al conocer todo sobre ti, es la que plasmaras y la que
sentirá la persona que esté enfrente tuya, sin más.
Una vez que te encuentres a ti mismo, podrás encontrar otras
cosas y dejar tu sello en los demás.
Tendrás dudas, tendrás incertidumbre, sentirás que necesitas
más, o que quizás no te reconozcas en determinados momentos, días y situaciones,
pero debes imponer la personalidad suficiente que haga que sepas quién eres, y
una vez hecho eso, podrás mostrar a los demás todo lo que eres.
Van a flipar!
parece que hubiésemos estudiado psicología humana... jiji
ResponderEliminarmuy buen post, como siempre!
Qué va !!! Lo único que hago es mirar en mí mismo, qué necesito yo y darle a las teclas.
ResponderEliminarMuchas Gracias. Muakaaaaaaa