Desayunando palabras

Levantarte con ganas de escribir. De escribir lo que sea, no tiene porqué ser algo determinado ni en relación a lo que has estado escribiendo durante tiempo atrás, ni a lo que piensas normalmente, ni a lo que te dedicas en tu día a día, sólo escribir.


Cualquier cosa, por ridícula que parezca. Qué más da. 


Ganas de plasmar en palabras una inquietud que te sirve para descubrir rincones de tu interior que no conoces, pero que cuando estás tecleando salen por sorpresa como si realmente llevaran queriendo salir durante todo el tiempo que llevan ahí, que a saber cuánto es, da miedo pensarlo. Algo similar te pasó cuando escribes cosas delirantes o con auténtica lógica.


Las ganas de escribir son indirectamente proporcionales a levantarte de la cama porque es Domingo, pero mientras vas escribiendo, van reavivándose las ganas de levantarte para realizar muchas otras cosas que amas, entre ellas escribir. 


Estas descubriendo, aunque ya lo sabías, que quieres convertir en realidad todo lo que tienes dentro y no sólo ésta inquietud.


Desayunar hoy no es importante, tu desayuno se nutre de palabras, aunque no de externas, sino de las propias. Un alimento que estaba dentro de ti pero que no te alimentaba, que se encontraba guardado y ya preparado en un rincón para que acudieras a él cuando fuera necesario. Es una sensación extraña pero no alejada de tu realidad, sólo necesitas ese desayuno ahora y de hecho sin darte cuenta ya casi te lo has terminado.


Has destapado un mundo nuevo de palabras, pero ese mundo estaba dentro de ti, y brotan convulsivamente tantas que es imposible volver a cerrarlo. Tienes 2 opciones, o te sumerges en él, o él acabará por abarcar todo tu espacio y terminar absorbiéndote. Así que estas entre la espada y la pared, las dos opciones te llevan al mismo lugar, el lugar donde mañana cuando te levantes, a lo largo del día, o al caer la noche, sólo te permitirá pensar en una cosa: Escribir.


No hay comentarios:

Publicar un comentario

Por cada comentario que dejes aquí, menos incertidumbre habrá en nuestro "Mercado". Gracias! Juanjo.