Me gustaría compartir la última colaboración con el periódico digital barbateño: El Heraldo de Barbate, sobre lo que ocurre, o debe ocurrir después del Verano en un pueblo con Barbate.
"Aunque no lo queramos oír, ni mencionar, ni siquiera pensar
en ello: Se va acabando el Verano.
Pero no te preocupes por eso, tienes aquí a Barbate, el
paraíso en el que has nacido que nunca te abandonará, ese baño en sus playas
que no pudiste darte por trabajar durante todo el Verano quizás te lo puedas
dar en Septiembre u Octubre, porque al menos tienes la tranquilidad de que seguro
habrá días buenos y de sol en esos meses.
Lo que de verdad debería preocuparte es la respuesta a la
siguiente pregunta: ¿Y ahora qué? Ahora esperan tres estaciones de vacas flacas
que siempre vienen para meter el miedo en el cuerpo al barbateño que aguanta
como puede o al que con suerte y mucho empeño, sólo trabaja en temporadas
pequeñas de turismo. Ahora él tiene que buscar el pan de sus hijos de
cualquiera de las formas posibles, esperemos sin caer en aquello que la mala
fama tanto ha quitado a este pueblo, y que a falta de dinero, gestión municipal
o inversiones privadas en políticas activas de empleo y para fomentar la
creación de puestos de trabajo han provocado que durante esas 3 bonitas
estaciones el barbateño y extrapolando, el español, se pregunte ¿Y ahora qué?
Pues ahora a todo menos a esperar, a todo menos a
resignarse, menos a quejarse, y menos a buscar responsabilidades en otros,
cosas a las que en cambio estamos muy mal acostumbrados y caemos en la desidia
de repetir todos los años.
¿Y ahora qué? Ahora a todo menos a competir con nosotros
mismos, si a tu vecino le va bien, quizás a ti también te pueda ir bien, no lo
envidies, prueba a hacer cosas nuevas, a innovar, a gestionar tu tiempo de otra
forma, a colaborar con él, no se, piensa un poco, pero no hagas lo mismo que el
año pasado otra vez.
¿Y ahora qué? Ahora a todo menos a corporativismos, sindicatos
que luchen por sus trabajadores en lugar de por sus subvenciones y privilegios,
gobiernos y partidos políticos que luchen por sus ciudadanos en lugar de por
sus votantes, empresarios que luchen por el éxito suyo y general en lugar de
buscar la exclusiva derrota del otro, ciudadanos cívicos que cuiden sus calles
y recuerden aquel refrán que decía “es más limpio el que menos ensucia”, que
colaboren con las asociaciones y aporten en los actos que se hagan su pequeño
granito de arena, al menos asistiendo, se hacen cosas en Barbate y hay gente
que no va pero luego dicen “si en Barbate no se hace ná”, se necesitan barbateños
que luchen y defiendan lo suyo en lugar de esperar a que lo hagan otros.
¿Y ahora qué? Ahora toca remar, bogar duro, aunque nos seguirán
diciendo los caraduras de pantalón ancho jolgón que seamos nosotros los que nos
apretemos el cinturón, pero ellos saben que el juego al que hasta ahora han
estado jugando ha cambiado de respuestas, que no sólo saben ellos, sino el
pueblo entero, y por eso también se preguntan: ¿Y ahora qué?
Ahora ellos se tendrán que poner a la altura tuya bajándose
del pedestal donde creían estar subidos pero que no era más que un ínfimo
espejismo adornado con tu dinero.
Ese dinero debe reciclarse y si viene más, deberá servir
para que el año que viene a éstas alturas dejemos de una vez de hacernos
preguntas".
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