Celebración del equipo junto a "los Atunes Rojos" tras la gran victoria. Foto: Ayuntamiento de Barbate |
Hacía una tarde estupenda, a pesar de estar bien entrado el mes de octubre. Aunque hacía calor atmosférico, más se notaba el calor en el ambiente que se desprendía desde las gradas del estadio.
Una muy buena afluencia de público entregado con la causa y sobre todo empujado por la nueva furia barbateña que ha surgido en el fondo sur, los Atunes Rojos, un grupo de barbateños decididos a acompañar a su equipo con banderas, camisetas, bombo, megáfono y lo que haga falta. Ha sido alucinante verlos desde tribuna cómo empujaban no sólo al equipo sino al resto de la afición, espero poder enfundarme la rojilla y acompañarlos la próxima vez, haciendo caso a uno de sus cánticos ¡No nos mires, únete!
Un partido que terminó la primera parte con 0-2 perdiendo contra el líder de la categoría, y que se antojaba dificilísimo, pero que se remontó en la 2º parte influidos seguro por las ganas, la pasión y el buen hacer de esas gradas.
La más sincera de las enhorabuenas por la apasionante victoria final por 3 - 2 a todo el Barbate C.F que son jugadores, técnicos, ayudantes e hinchada de aficionados.
Ver el partido puede suponer incorporar de nuevo por si se habían "apagado" los valores del esfuerzo y del sacrificio que son necesarios para el éxito en cualquier ámbito. En este caso sin dinero, sin un buen campo, casi sin instalaciones adecuadas, el equipo ha salido victorioso, al igual que se puede hacer en la vida de cada uno, ver el fútbol el domingo puede ser un impulso para afrontar la semana con otras perspectiva, no sólo para divertirse y relajarse (o lo contrario) disfrutando de un partido, sino para volver a trasladar esos valores del deporte en cada uno de nosotros y el Lunes, poner toda la carne en el asador, o mejor dicho, toda la artillería pesada en el campo, en el mercado de la incertidumbre.
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