Os entiendo, de verdad.

Aunque no comparto vuestra actitud en algunos casos. No me gusta generalizar en ningún tema, y en este tampoco lo haré (se salen de él mucha gente), pero es una historia vivida en mis carnes últimamente y seguro que alguna persona, incluso tú mismo la has vivido de forma similar o muy cerca alguna vez y puede que te suene familiar.


Se trata de médicos. Entiendo que es una de las profesiones de las que ahora, y de sus problemas, poca gente se acuerda debido a que "históricamente" han tenido una posición "privilegiada" respecto a salario y otras condiciones laborales, o al menos eso es lo que piensa la gente, el pueblo en general, cosa que por otra parte puede ser totalmente discutible.


Entiendo que ahora estáis sufriendo los recortes y que nadie se acuerda de vosotros. Pero yo si os entiendo. De verdad, profesionales con tanta responsabilidad deben ser mucho mejor tratados.



Aunque al igual que defiendo vuestros derechos, defiendo los de vuestros pacientes. Yo he sido éstos días atrás un paciente más, que ha necesitado algo más que vuestra aptitud técnica. Ha necesitado de vuestra empatía, de vuestra información y de vuestro cariño aunque fuera con unas simples palabras, y en alguna ocasión no me lo habéis dado.


Entiendo que la razón de ese trato no recibido puede ser porque estáis muy hartos de hacer guardias interminables, de no cobrar, de que nadie os agradezca nada, de que os recorten lo poco que cobráis, de aguantar mucha presión y de que a vosotros desde más arriba, apenas se os reconozca.


Pero estaba enfermo, y necesitaba algo de vosotros. Un mínimo de satisfacción sobre mis necesidades más básicas, no os lo pido ya como enfermo sino como persona que soy al igual que vosotros. Repito, os entiendo, pero entenderme a mi también.


Entiendo que deberías quedarte en casa si no vas a tratar bien a la persona que viene a verte, al igual que esa persona no debe pensar que todos sus problemas (incluso los no relacionados con su salud a veces) van a ser resueltos únicamente visitándote.


Podéis buscar soluciones entre todos, unirse y luchar, como ellos, o resignarse y culminar vuestro cabreo tratando a pacientes como una herramienta más de vuestro trabajo, unas simples vendas o un bisturí.


Si voy a estar en una camilla con un gotero mientras en la misma habitación estáis reunidos con vuestros colegas preparando el día y sólo nos separa una cortina, al menos preguntadme cómo me encuentro o si necesito algo, o cuéntame que estáis preparando el quirófano para que tooooodo salga bien, al menos, al pasar por mi lado, dirígeme una mirada acompañada de una sonrisa. No pido más. Te la agradeceré eternamente.


No quiero pedirte más, porque sé que te están exprimiendo y pidiendo desde otros muchos sitios, que estás pasándolo mal y que tu incertidumbre es casi como la mía, las situaciones no sé si son comparables, pero entiéndeme, (y espero que no te haya importado el tuteo), yo sólo soy un paciente que venía a curarse.