Imagen: Paula.cl |
El título de éste post no es porque me queden 2 post para terminar el proyecto que comencé hace un año. Es para otra cosa, relacionada con la fuerza de las emociones a la hora de enfrentarte a ellas en el trabajo. Te cuento:
Si algún día tienes la gran responsabilidad de llevar a tu
cargo a otras personas, debes ser consciente de una cosa: No es lo mismo gestionar procesos, máquinas, sistemas,
actividades o herramientas, que personas. Las personas tienen sentimientos y emoción, y el tener presente éstos aspectos es crucial para
realizar cualquier actividad que implique llevar a tu cargo a otros.
Si algún día tienes que realizar tu trabajo gestionando las actividades y los problemas de otras
personas debes tenerlo en cuenta. Sabes que no puedes realizar acciones
mecánicas que aseguren el éxito en el
trabajo porque cada persona es
diferente, cada uno percibe las cosas de una manera y tiene diferentes
características personales.
Con cada una tendrás que hablar de una forma o mostrarte de
otra distinta, la ayuda a superar los problemas para una no servirá para las necesidades
que tenga que cubrir otra.
En definitiva, debes de medir
y controlar tu comportamiento para que sea el más adecuado al contexto y a
la persona con la que en esa misma situación estés tratando. No medir
y controlar en el sentido estricto de las palabras, sino cuidar.
Debes Empatizar. Aunque...
Aunque necesitamos matizar
un aspecto: Es necesario empatizar pero no involucrarse emocionalmente.
Me explico. Las personas
somos seres sociales, estámos en el mundo para tratar con otras personas y nuestro desarrollo va de la mano con el de las
otras personas, si no existe ese aspecto social, no existe la sociedad, y
por tanto tampoco el individuo.
Por ello, si trabajamos con personas, deberíamos identificar sus problemas y necesidades para poder
hacerles la tarea más fácil, responder a sus preguntas, facilitarles los
recursos que puedan aprovechar, utilizando para ello la comunicación de forma
eficiente o sencillamente, preguntarles a veces qué
les motiva, qué les preocupa, cómo ha ido el fin de semana o cómo están sus
hijos.
Hacer eso implica multitud de respuestas positivas, más aún
cuando esas personas están en un escalón jerárquico en la empresa debajo del
nuestro. Tienes que hacerles sentir que
están en el mismo.
La diferenciación está en no implicarse emocionalmente. Los
problemas personales de cada uno son los problemas personales de cada uno, y a veces es
negativo implicarse emocionalmente porque somos débiles, y nos puede afectar mucho
algo que le pase a otro y sintamos casi como nuestro.
No es lo mismo ayudar a alguien en el trabajo, que ayudarle
con una tarea que tiene pendiente en su vida personal. No es lo mismo
preguntarle a alguien por sus niños o dejarle algún día de permiso para que se
dedica a temas personales que involucrarse de lleno dando consejos o realizando
acciones que van mucho más allá.
No se si me explico, somos personas y tenemos que ayudarnos,
estamos aquí para eso, pero cada uno es de su padre y de su madre y ya tiene
sus problemas. Nunca está de más unas palabras bonitas, un consejo, una ayuda
que realmente se pueda dar, pero meterte de lleno en un problema para el que no
tienes solución, puede crearte muchos problemas.
Imagina que eres enfermero, es muy probable que algún enfermo al que cuides desgraciadamente fallezca. Si un enfermero se involucra sentimentalmente hasta
el final con todos y cada uno de los enfermos, lo más probable es que lo pase
mal. Durante su trabajo deberá hacer lo máximo por el enfermo, tratarlo bien, también a su familia, y hacer todo lo posible siendo empático y por supuesto buen
profesional, incluso tras el momento de la pérdida del enfermo.
Si eres alguien que lleva consigo un equipo, hace
entrevistas como RRHH o tiene que despedir a alguien debe pasar igual. Habrá
momentos en los que se pase mal, pero es tu trabajo, y debes hacerlo bien desde
2 premisas:
- Eres un profesional, o debes serlo.
- Estás trabajando con personas, por ello debes tratarlos cómo
se merecen e identificarte con ellos. Pero hasta un límite.
Ser empático es una habilidad fundamental para realizar un
trabajo, pero conlleva riesgos. Es a lo que me vengo a referir.
Si estás gestionando (mejor tratando) con personas, tienes
delante el trabajo con la mayor
responsabilidad del mundo. Sé prudente, y se profesional. Es el trabajo más bonito, y también el más importante.
Estoy
escribiendo una entrada cada
día durante todo un año (o
al menos eso intento), te invito a que te pases por el mercado de la incertidumbre
siempre que te apetezca, para leer y debatir si quieres cualquier cosa, sugerir
cambios, mejoras, o dejar
algún comentario.
Si prefieres,
estoy en twitter como @juanjocesc
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