Cuando viene sin venir

Imagino que por desgracia, te habrá pasado alguna vez que una persona que para tí en algún momento de tu vida fue importante, ahora mismo ni lo es, ni está en tu vida.


Creo que lamentablemente eso es bastante común y que nos ha pasado a la mayoría. Hoy me apetece escribir sobre ello porque desde que ha surgido la conversación con una compi del trabajo, tengo un nudo en la garganta, o simplemente es que casualmente (ella sabe porqué y lo comparte), estábamos sensibles.

Es normal que parejas, amigos, compañeros de trabajo, de equipo en la práctica de algún deporte, o no sé, en otros ámbitos se distancien el uno del otro o de la otra, pero de lo que me gustaría escribir y desahogarme también es de cuando desaparecen por completo.

Una cosa es no saber de una persona en un tiempo, y otra muy diferente es que directamente, deje de existir. Y lo peor aún, el sentimiento de que no existas para alguien cuando tú sí la recuerdas.

A veces, nos hacemos daño, voluntariamente o no, está claro, y el tiempo puede que cure las heridas o que no eh, que también. Luego las personas, algunas son rencorosas, egoístas o quieren dejar “el lastre” de otra que le ha sido como veneno en su vida, que también. Pero lo que me parece increíblemente sorprendente y extraordinario es la capacidad de algunas personas de hacer que otras desaparezcan por completo de su vida. Otro post merecen (y una guantá también) las que lo hacen sin ni siquiera haberse enfadado alguna vez, simplemente, por dejadez. Telita. Aquí al menos tienen un “motivo”, de base al principio.

Cuando pasa, sinceramente, duele y alguna vez como hoy, lo he intentado sacar y hablar con amigos pero es verdad que cuesta y más cuando a cada uno le ha pasado con personas diferentes y por supuesto por causas y con consecuencias variables, es imposible homogeneizar el tema.

Pero en definitiva y al grano, que todo esto pase genera la siguiente sensación: La muerte.

LO QUE QUIERO

 

Quiero escribir. Y que me paguen por ello. Ea, ya lo he dicho.


Advertencia a quien lea este texto: Es un simple arrebato, una pataleta de alguien que tiene un capricho HOY y el cuál mañana probablemente se haya esfumado, como buen niño inmaduro que sigue siendo a pesar de su ya avanzada edad para ciertas cosas, las cuáles, son así para la mayoría de los mortales. Menos mal que existen las minorías.


Pero es que me apetece, en este preciso momento de mi existencia, tengo un antojo sin estar embarazado que puede durar entre 15 minutos y 54 años. Simplemente quiero hacerlo y por esa razón estás viendo tú esto ahora. Po mira. ¿Porque este tio se aburra tengo yo que comerme su mierda? Si avanzas sí.

NI UN BAÑO TRANQUILO


No se si te pasará lo mismo que a mi, pero es que la siguiente circunstancia me supera.


Cuando de verdad me meto de lleno en una actividad y la disfruto, cuando más regocijo tengo y en aquellas cuando más celebran mis neuronas una victoria por su reencuentro, caigo de repente en un absurdo enfado conmigo mismo y de una manera desorbitada. Yo qué se, será TDAH. Un buen zarpajazo.


Caída de servidores. Y con ella, enfado por no acudir a esa actividad más a menudo, hasta el punto de dejar caer mi euforia. La fiesta se acaba, el dj apaga la música y se desenrolla la alfombra roja pero hacia la salida en un bucle de dejadez, que se come a todo lo anterior, y vuelve a ganar la partida.

¿TE IMAGINAS?


Escritura, ¿que comienzo a cuidarte otra vez de forma más amable y continuada?


¿Te imaginas amigo, amiga, que hay otro confinamiento masivo y la gente vuelve a hacer las cosas que más le gustan y a valorar el tiempo con sus seres queridos? Visto lo visto, casi que otra vez sería necesario.


¿Te imaginas que el mundo por un momento recibe una descarga de amor desde el cielo, desde la inmensidad y todos comenzamos a apreciar la vida, a maravillarnos con lo espectacular que es, y a ser conscientes de que si no la aprovechamos y nos queremos, vamos a pasar por ella de la peor de las formas sin habernos merecido ese regalo?

UNA PRUEBA DE GANAS


Hola, otra vez por aquí, más soporífero que el/la Covid. Pero me he propuesto una cosa, y es que las ideas cuando uno las tiene (me lo repito cada día y nunca lo cumplo) están para sacarlas, para proyectarlas, para ejecutarlas.