Reflexionando antes del día de reflexión

Hace unos días, tuve la oportunidad de asistir después de estudiar toda la tarde al mitín de una fuerza política para las próximas elecciones municipales a la que asistió el coordinador general de la Comunidad Autónoma de la misma.

Independientemente de la afinidad política que uno tenga, es un acto de una relevancia considerable. No todos los días se escucha en directo a un coordinador general a nivel de Comunidad Autónoma, y no entiendo a los que están metidos en política que ven a los demás partidos como contrincantes que sólo sirven de obstáculo para intentar derrotarles, en lugar de construir alianzas. Pero eso es un tema para otro post entero.


Construir y crear lazos en lugar de destruir. 

Tuve la oportunidad (por gracia o por desgracia ya que no acudió demasiada gente), además, de poder parar a esa persona y charlar unos minutos con él. Acercarte a la política de esa forma es algo que realmente te hace darte cuenta de que detrás del televisor, y todo lo que vemos cada día, hay personas de carne y hueso como nosotros. 

Personas a las que merece la pena escuchar para luego hacer juicios de valor lo suficientemente fundados y olvidar de una vez los prejuicios.

Lastima que a la gente no le interese tanto como otros temas la política, cuando es algo que influye en sus vidas y sea la abstención la que vaya a volver a ganar las próximas elecciones.

¿Con qué capacidad nos podemos ver luego durante los cuatro años para quejarnos si ni siquiera participamos de nuestro derecho al voto? 

¡Estamos permitiendo que nos gobierne cualquiera cuando no acudimos a las urnas! Le estamos diciendo a la sociedad que no nos importa quien gobierne o lo que pase, que somos ciudadanos sumisos a los recovecos del sistema.

Porque el sistema tiene recovecos, no lo pongo en duda, una ley electoral que beneficia a los partidos políticos tradicionales, acompañada de unas subvenciones para los mismos desproporcionadas en cuanto a lo que supone gasto público con la capacidad que tiene hoy día la difusión por Internet, una separación de poderes que no es tal, ya que están polarizados y politizados haciendo que el pueblo haya perdido la soberanía sobre los mismos y una corrupción institucionalizada que forma parte de las estructuras de nuestras administraciones.

¿Qué podemos hacer? Qué menos que ir a votar lo que pensemos que es mejor para el bien común de nuestras ciudades, amigos y familia.

No cuesta nada.

Luego si te fallan, tienes todo el derecho a quejarte, a denunciar, a participar, a pedir explicaciones, responsabilidades, a manifestarte, y como último extremo, a castigar votando la próxima vez a otros si quieres.

La democracia no es ni de lejos lo que todos pensábamos que era, pero sí no participas de ella, seguirá teniendo imperfecciones. Aunque serás cómplice de las mismas. Y tendrás que seguir tragando.

1 comentario:

  1. Yo me quedo sin votar en las municipales y autonomicas por dormirme en los laureles. Eso si, las generales no se me escapan. Estoy de acuerdo contigo, si no se vota, poco cambio se puede esperar. Asi que a ver si nos libramos de los corruptos descubiertos para dar paso a los siguientes ladrones porque lo unico que hacen es sacarse los ojos por robar en vez d unirse y luchar por un bien comun como es levantar al pais.

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