La formación después de la Universidad

Muchos estudiantes piensan que una vez que salen por las puertas de su facultad, no tendrán que volver a coger nunca más un libro o a sacar unos apuntes de una clase. Siento decepcionarlos. Lástima.

Y es que la realidad se impone cruelmente y pesa como una gran losa frente a lo que nos contaron cuando nos dijeron que estudiáramos en la Universidad: "Si vas a la Universidad, tendrás un buen trabajo en el futuro".

El Mercado de la Incertidumbre como nos gusta llamar aquí al mercado laboral (y en general, a la vida en sí misma), tiene una característica que es fundamental tenerla en cuenta antes de planificar nuestra carrera dentro de él y nunca nos hablaron de ella: Es dinámico. Cambia con el tiempo.

Por eso, hace unos años sí era posible salir de la Universidad y encontrar trabajo pronto, de hecho las empresas demandaban en gran cantidad fuerza de trabajo técnico y superior, pero ahora la situación parece haber invertido.

A día de hoy, las posibilidades de encontrar trabajo de una persona sin títulos académicos, con estudios inferiores o con formación profesional ocupacional son las mismas que las de un titulado superior.

El fenómeno llamado "titulitis" del que ya hemos hablado alguna vez por aquí existe, y debemos ser conscientes de que muchos de nosotros participamos de la misma aunque jamás pudiéramos admitirlo o aceptarlo. En resumen es que existen muchas personas con muchos títulos, y no existe hueco en el mercado laboral para ser cubierto por las mismas. Aceptémoslo y seamos conscientes de ello sin perjuicio de que por supuesto hay mucho más si eliminásemos la corrupción y la gente que ocupa puestos de responsabilidad en entidades públicas y privadas sin tener ni la titulación ni la capacidad (que es más grave) para ejercerlos.

Tenemos que seguir formándonos. Eso está claro.

Y para ello lo mejor que podemos hacer es plantearnos una serie de preguntas que nos servirán para planificar nuestro camino:

¿Qué queremos? ¿Hacia dónde nos gustaría ir? ¿Qué capacidades o aptitudes tenemos? ¿Qué nos gusta, nos motiva? ¿Qué se me da bien? ¿Qué se me da mal? ¿Soy capaz de invertir dinero en ello? ¿Mejor invertir tiempo? 

Este tipo de preguntas darán respuesta a LA GRAN PREGUNTA: 

¿Cuál es mi siguiente paso?

Una vez que nos conozcamos a nosotros mismos y nuestra situación dentro del contexto, seremos capaces de no sólo contestar a la gran pregunta, sino empezar a formarnos (no hablo de hacer mil cursos, espero que eso lo tengamos más que asumido) para llegar a dónde nos planteemos y porqué no, allá donde queramos. Porque lo que sí debe ser transversal en todo este proceso es la ACTITUD.

Me voy a seguir estudiando! Saludos!


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